sábado, 10 de enero de 2009

No violencia


[Foto: EBPI.com.ar]

Esta Organización desde sus principios se proclamó en contra de la violencia. Y al ver que los medios capitalinos obvian o tratan el tema con absoluta ignorancia y parcialidad –vaya a saberse respondiendo a qué intereses–, se siente en la obligación de renovar sus votos de lucha a favor del básquet en paz.

Es de público conocimiento el conflicto en el que se encuentran –Justicia de por medio– Peñarol y el CoProSeDe que, junto a otros hechos, ha logrado la suspensión del clásico que debía disputarse el pasado martes.

En el partido que desarrollaron anoche Quilmes y Obras Sanitarias en el estadio de Once Unidos llamó la atención la presencia de público visitante. Justo siguiendo a Obras, que ni siquiera casi tiene parciales como local...

Hace un poco más de un año en Capital Federal, en cotejo entre el local Obras Sanitarias y Peñarol, una cadena de hechos de violencia no terminó con la primera víctima en un enfrentamiento entre hinchadas de básquetbol sólo por puntería. En aquella ocasión, se identificaron a los reales agresores y la entidad capitalina fue sancionada con una multa económica. Al margen de sanción (sonó leve: un descuento de puntos, como tuvieron Peñarol y Quilmes este año, prácticamente lo hubiera condenado al descenso luego de haber comprado una plaza de Liga A, casi haciéndole un favor a la competencia para poder seguir jugando con 16 equipos en la elite), quedó levitando la sensación en aquella oportunidad de que todo había sido orquestado; que la gente que se situó en la popular ‘tachera’ fue llevada adrede a la cancha para buscar el pleito, como finalmente ocurrió. Peñarol salió ileso porque se comprobó que nada tuvo que ver su público con la generación de los actos.

La aparición otra vez de individuos del mismo equipo, justo cuando la seguridad en los partidos de los equipos de Mar del Plata de nuevo está en vela y Quilmes, además, tiene pendiente la aprobación del propio CoProSeDe para poder jugar en Benito Juárez, parece, cuanto menos, sospechosa.

No sea cosa que, en el momento menos indicado, dos instituciones muy politizadas como el CoProSeDe y Obras Sanitarias, se hayan puesto de acuerdo para justificar el operativo de ocasión y, por las dudas, estar atentos a cualquier chispa para provocar el incendio.

Pero a no ser tan mal pensados. Los muchachos (que algún analista tan inteligente como mordaz no se privó de llamar “BorroBravas”) no son improvisados en estos temas, y evidentemente tenían el agua para apagar el incendio en caso que se produjera. Fueron llevados ida y vuelta a la cancha por vehículos identificados y ploteados por AYSSA y el Sindicato de Obras Sanitarias de la Nación.

Una vergüenza.