jueves, 4 de octubre de 2007

Volver...


Hace varias veces 20 años el Mudo nos cantó que la vida es un soplo...

Hemos decidido volver. Por muchas y variadas razones, que pueden resumirse en las tres siguientes:

1) porque queremos demostrar que los verdaderos Milrayitas estamos también en las no tan buenas;

2) porque se nos aparece como imprescindible decir presente para rechazar -otra vez- la violencia y, sobre todo, su incentivación por quienes deberían dar el ejemplo;

3) más que ninguna otra cosa, y paradójicamente, por causa de la última actitud del nunca bien ponderado Cebador Olímpico, quien declaró en el porteñísimo matutino Olé (luego de aclarar -como si hiciera falta- que "a veces" es "bravo") que toma con humor el apodo que le endilgamos.



Si él entendió, todos pueden hacerlo.

Eso sí, habrá algunos cambios. Para empezar, porque se ha portado tan pero tan mal en los últimos tiempos, el niño Ovalín estará en penitencia hasta nuevo aviso, y por ahora no recibirá más nuestros tan esperados regalos. A ver si así aprende, ya que no lo castigan los que deben hacerlo. Ayudaría también que dejara de llorar por cuanto rincón encuentra a mano, al grito de "Mami, mami, los soldaditos de plomo de segunda mano que me compraste se me rompen todos...".

Gracias a los cientos de amigos virtuales que nos alentaron a regresar. Y también a los que se alegraron por nuestro descanso. Unos y otros, aquí nos tienen.